El trabajo de los delegados de prevención y la implicación de sus empresas reduce sustancialmente la siniestralidad y resulta muy rentable: los casos de una multinacional, una empresa pública y una contrata, en la provincia de Toledo.
Para CCOO la prevención de riesgos laborales no es un gasto, sino la mejor de las inversiones
La factoría de AYA-Toledo, del grupo Aernnova, lleva 1.029 días sin registrar ningún accidente laboral con baja. El delegado de prevención de CCOO ha iniciado cada uno de esos días con un recorrido por cada puesto de trabajo de la planta, para constatar que la seguridad del trabajador que lo ocupa está garantizada o, en su caso, para advertir de cualquier riesgo y poner de inmediato las medidas necesarias para evitarlo. Alguna vez ha llegado incluso a parar la producción de una sección, o de la fábrica entera, con el aval y el respaldo del gerente, que tiene también claro que “lo más importante de cada jornada laboral es que todos vuelvan a su casa.”
La
dirección del Grupo les dio un premio al cumplir los mil días sin accidentes y
ha dado instrucciones a los gerentes de las otras diez plantas de Aernnova en
España, y también las del grupo en Estados Unidos, Portugal o Gran Bretaña,
para que tomen ejemplo: económicamente, es mucho más rentable no tener bajas
que escatimar gastos en prevención.
Hace
tiempo que Adif, la empresa publica que gestiona las infraestructuras
ferroviarias españolas, llegó a la misma conclusión. Históricamente, el
ferrocarril ha registrado muchos y a veces muy graves accidentes; y toda
prevención es poca para evitarlos. Ahora, Adif es una de las empresas españolas
que más presupuesto destina a prevención.
En la provincia de Toledo, casi ni se recuerda cuando se produjo el
último accidente, que en todo caso fue leve -y atendido con prontitud. Hay
protocolos de seguridad para cada actividad laboral que entrañe riesgo,
protocolos que se auditan y revisan periódicamente. Los miembros de los comités
de salud laboral tienen acceso directo a la Gerencia, a fin de no haya traba
ninguna, ni presupuestaria ni burocrática, que posponga la resolución de
cualquier problema de seguridad laboral que se detecte.
Aqualia,
la contrata de la gestión del Agua y de las depuradoras de buena parte de las
localidades y mancomunidades de la provincia de Toledo, ha mejorado también
sustancialmente sus tasas de siniestralidad laboral, prácticamente hasta su
erradicación en lo que se refiere a accidentes graves y mortales. Hasta hace
unos años, los trabajadores se metían en los pozos negros a pecho -y cara-
descubierto, sin protección ninguna frente a gases tóxicos. Y así, en cada
actividad laboral propia del sector.
La
insistente labor de los delegados de prevención de CCOO ha forzado un enorme
cambio, que la empresa ha ido acogiendo primero con alguna reticencia, después
con convencimiento: destinar dinero a EPIs, botas, cascos, guantes y mascarillas;
invertir en medidas preventivas; establecer protocolos de seguridad… resulta
rentable. También los trabajadores han entendido que les va la vida en ello.
Los resultados son palpables: poner la productividad por encima de la salud
termina saliendo carísimo; hacerlo al revés conviene a todos. A las potenciales
víctimas de los accidentes y a sus familias, pero también a sus empresas y a
sus cuentas de resultados.
El
secretario general de CCOO-Toledo y la responsable de Salud Laboral del
sindicato en la provincia, Federico Pérez y Nuria Garrido, han reunido esta
mañana a los delegados y delegadas de prevención de las tres empresas
mencionadas para intercambiar experiencias y poner en valor su labor. Esta
semana, el jueves 28, es el Día Mundial de la
Seguridad y Salud en el Trabajo y CCOO-Toledo quiere que la conmemoración “redunde
en concienciación social; y sobre todo en conseguir que empresas y trabajadores
tengan claro que en prevención no se gasta, se invierte. Y no hay inversión más
rentable”, recalca Pérez.
“Queremos reunir a todos nuestros delegados y delegadas de
prevención de la provincia para intercambiar experiencias, poner en común las
dificultades que afrontan en el día a día, las trabas con las que se encuentran,
las mejoras que consiguen. Porque es evidente es que su labor da resultados, consiguiendo
reducir e incluso que no haya accidentes en sus centros de trabajo. Las
estadísticas confirman una y otra vez, desde el siglo pasado, que la inmensa
mayoría de los accidentes laborales se producen donde no hay representación
sindical. Y eso no es fruto de la casualidad, sino del trabajo impagable de los
delegados de prevención. Y, también, de la implicación de las empresas, de la
concienciación de sus directivos, como demuestran los resultados de AYA, de Adif
o de Aqualia” afirma Nuria Garrido.