El pasado viernes se hizo pública la Resolución por la cual el proyecto de macrogranja de 2200 cerdas reproductoras (situado en el término municipal de Villanueva de la Jara, pero que afectaría directamente a la localidad de Quintanar del Rey) queda paralizado
Merecida victoria de los quintanareños: no habrá macrogranja.
Dicha Resolución se fundamenta en el dictamen del Consultivo de Castilla-La Mancha que ha informado, por unanimidad, favorablemente sobre la revisión de oficio de la resolución de la Viceconsejería de Medio Ambiente de 22 de noviembre de 2016 por la que se emite autorización ambiental integrada del proyecto de explotación ganadera de multiplicación de cerdas selectas en el término municipal de Villanueva de la Jara (Cuenca), cuyo titular es Juan Jiménez García SAU, por la que se emite declaración de impacto ambiental del mismo, al concurrir la causa de nulidad de pleno derecho.
Esto
significa que se declara nulo el procedimiento de este proyecto por haber
incurrido en graves irregularidades desde el inicio de su formalización. Las irregularidades
a las que hace mención dicho Órgano son las que una y otra vez han sido
denunciadas por parte de la asociación Quintaverde Pueblo Vivo a través de
todos los medios posibles: manifestaciones, concentraciones, publicaciones en
prensa, cartas a todos los miembros del Gobierno de Castilla La Mancha o del
Gobierno Nacional, reuniones con el Comisario Adjunto de Aguas de la
Confederación Hidrográfica del Júcar: Luis Garijo, así como la personación en
diferentes causas legales, que siguen en curso.
Durante
este tiempo, los ciudadanos de Quintanar del Rey han luchado sin descanso para
evitar que se instale cerca de su pueblo y de su pozo de agua una macrogranja
que pondría en peligro la calidad del agua, del aire y el valor de sus tierras;
en definitiva, han luchado para que una industria de ganadería intensiva no
perjudique la vida de todo un pueblo. Hasta el pasado viernes casi nadie se
atrevía a afirmar con rotundidad que, a pesar de las numerosas
irregularidades/ilegalidades cometidas en la tramitación, los vecinos ganarían
esta lucha y, sin embargo, el viernes 29 de abril se levantaron con la tan esperada
noticia.
Los
vecinos de Quintanar del Rey han mostrado a lo largo de estos dos años una férrea
posición ante el objetivo común que perseguían: paralizar la industria de
ganadería porcina intensiva que amenazaba la potabilidad de su agua, de ahí que
no hayan vacilado en hacer todo tipo de performances ni de recorrer cualquier distancia demostrando que no se
daban por vencidos. Finalmente, la paralización se ha producido, pero
manifiestan que seguirán alertas ante cualquier amenaza que ponga en peligro la
calidad de la vida de su pueblo.
Son
conscientes de que esta es una batalla que aún continúa abierta en otros muchos
pueblos de toda la geografía nacional que siguen amenazados por un tipo de
ganadería industrial cuyas consecuencias son perversas para el medio ambiente y
la salud humana. Esperan que el caso de Quintanar del Rey pueda convertirse en
precedente y por ello no dudan en seguir al lado de los que gritan “ni en tu
pueblo ni en el mío”.