20 de junio: Día Mundial de las Personas Refugiadas. . Cruz Roja en Ciudad Real atiende actualmente a 167 personas dentro del Programa de Acogida e Integración de Personas Solicitantes de Protección Internacional. .Cruz Roja Española es la entidad con mayor implantación territorial del Sistema Estatal de Acogida y mayor volumen de plazas de acogida.
Venezolana, afgana y maliense, las nacionalidades más comunes entre las personas refugiadas atendidas por Cruz Roja, a las que se ha sumado la ucraniana
Jorge Ernesto y
Flor del Carmen llegaron a España en 2018. Junto a Emerson y Eduardo, sus
hijos, tuvieron que abandonar su país debido a la extorsión que sufrían, llegando incluso a amenazar a su hijo mayor
cuando aún tenía 15 años. Tenían una empresa de dinamización de eventos en El
Salvador, pero nada era más importante
que su propia seguridad.
Otra familia huye de Venezuela
hace dos años. Con su pareja y sus hijos, un trabajador del Ministerio de
Educación decide no ser cómplice de las irregularidades
de las que es testigo y emprende una nueva vida en España.
Ali Sina, junto a sus padres,
hermanos y hermanas llegan en agosto de 2021 a Madrid, evacuados por el gobierno español tras la llegada de los talibanes
al poder en Afganistán. Estudiaba segundo de Economía en la universidad y le
gustaría poder retomar su formación.
Cada día, miles de personas
como Jorge Ernesto, Flor del Carmen o Ali Sina huyen de su país. Muchas veces, empujados por el miedo, y otras por la
esperanza de encontrar una vida mejor en un nuevo país, aunque sea alejados
de sus familias y su ciudad de origen.
Cruz Roja Española es la
entidad con mayor implantación territorial del Sistema Estatal de Acogida (con 47 provincias) y mayor volumen de plazas de acogida
(aproximadamente un 30% del total). Forma parte desde hace más de 30 años
de este sistema para dar apoyo integral y multidisciplinar a las personas
solicitantes y beneficiarias de protección internacional, de protección
temporal y/o del estatuto apátrida.
En 2020 el cierre de fronteras
y otras medidas restrictivas para frenar el coronavirus tuvieron un enorme
impacto en los flujos migratorios hacia nuestro país. En 2021 se siguió la misma
tendencia, formalizándose 65.404
peticiones cuyos países principales de origen eran Venezuela y Colombia.
Cruz Roja atendió a un total de 16.376
personas refugiadas con el objetivo de garantizar su protección e
integración social en España. En 2022, Cruz Roja ha observado un crecimiento de
personas procedentes de Afganistán, Malí, y recientemente, Ucrania.
Actualmente, Cruz Roja en
Ciudad Real está atendiendo a 167 personas dentro del programa de Acogida e
Integración de personas Solicitantes de Protección Internacional: 64 de ellas
en acogida de emergencia, 83 en acogida temporal y 20 en segunda fase. 91 de
ellas proceden de Ucrania.
De acuerdo con los datos
registrados por la Oficina de Asilo y Refugio del Ministerio de Interior a 31 de marzo de 2022, las solicitudes de
Protección Internacional realizadas en España desde el comienzo del año
ascienden a 28.682. Según los datos publicados por el Ministerio de
Interior, en el periodo que comprende entre
el 11 de marzo al 3 de mayo se han gestionado 86.677 solicitudes de Protección
Temporal de personas que huyen del conflicto de Ucrania: el 67% de ellas
son mujeres y el 38% menores de 18 años.
Las personas refugiadas son
aquellas que se han visto obligadas a huir de su país por sufrir persecución
por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a
determinado grupo social, de género u orientación sexual. Estas personas
emprenden un nuevo camino, empezando de cero.
Tras dos años desde su
llegada, Jorge Ernesto y su familia consiguieron el estatuto de refugiados;
después de haberse formado y haber trabajado en el cuidado de personas
dependientes, están en proceso de montar dos pequeñas empresas: un taller de
reparación de ordenadores, y una empresa de dinamización de eventos; ya tienen
desarrollados varios espectáculos: algunos, mero entretenimiento, pero en otros
trabajan la gestión de las emociones, o la igualdad de género. También para la
familia de Venezuela la protección internacional llegó en 2020, donde Cruz Roja
les da la formación que les abrirá las puertas a un nuevo empleo más estable.
Mientras, la familia de Ali Sina aún espera a pasar a la segunda fase del
proceso del sistema de acogida de personas refugiadas.
Operación especial Antígona
Miles de personas huyeron de Afganistán
tras llegar al poder los talibanes; en
agosto de 2021, Cruz Roja instaló su dispositivo especial de atención a
personas refugiadas llegadas de Afganistán desde que la Secretaría de
Estado de Migraciones, y en colaboración con la Unidad Militar de Emergencias,
solicitaran el despliegue de sus recursos. Más de 743 personas participaron en
las diferentes tareas de atención, que van desde
la asistencia psicológica a la llegada hasta su marcha de la instalación
provisional de tránsito; de manera simultánea llegaron participar hasta 180
personas durante la llegada de los vuelos.
Asadollah, con 32 años, huyó para poder estudiar. Los talibanes
cerraron la escuela a la que solía ir, pero su profesor decidió seguir dando
clases por las noches; uno de esos días, los talibanes les sorprendieron y
tuvieron que salir corriendo para no volver.
Latifa y su marido también
tuvieron que salir del país; ella,
bióloga; él, informático. Junto a sus dos hijos, llegaron al país sin ni siquiera hablar el idioma. Parte del
trabajo de Cruz Roja con ellos incluye la enseñanza del castellano para, entre
otras cosas, conseguir su inserción laboral gracias a la formación
complementaria.
El programa de acogida consta de varias
fases que cubren desde la primera atención hasta la fase de preparación para la
autonomía, con una duración de 18 a 24 meses. Durante ese tiempo, se presta una
atención integral e individualizada que incluye, entre otros, la primera acogida, la acogida temporal, la
asistencia legal y psicológica, el aprendizaje del idioma, la traducción e
interpretación, y todo ello, aplicando la perspectiva de género pues las
mujeres no se enfrentan a las mismas formas de persecución que los
hombres y durante los desplazamientos son especialmente susceptibles de
sufrir violencia o ser víctimas de la trata de personas.
En el año 2021 desde el Plan de Empleo de
Cruz Roja se atendió a 5.215 personas
solicitantes y beneficiarias de protección internacional, de las que un 43%
fueron mujeres. Con todas las personas se realiza un itinerario de inserción
laboral individualizado para mejorar sus competencias y aumentar su
empleabilidad y capacitación profesional. A lo largo del año, el 33% de las personas participantes se
insertaron y accedieron a un empleo gracias, también, a la colaboración de
más de 1.000 empresas.
Crisis Ucrania
Ya son más de 90.000 las personas atendidas por Cruz Roja en España afectadas por el conflicto en Ucrania, que han huido
del conflicto armado. Más de 6.610 personas voluntarias hacen que la ayuda de
Cruz Roja pueda llegar a través de 7 ejes prioritarios: la cobertura
personalizada de sus necesidades básicas, el fortalecimiento de su bienestar
emocional, la asistencia jurídica en el proceso de solicitud de Protección Internacional,
el refuerzo de competencia y habilidades para la autonomía personal, los
itinerarios de inserción laboral, la creación de redes con la sociedad de
acogida y fomento de una participación ciudadana igualitaria, y el éxito
escolar.
Para la protección temporal de
las personas procedentes de Ucrania, Cruz Roja ha articulado dispositivos especiales de acogida en
aeropuertos y estaciones de tren para ofrecer una primera asistencia a las
personas refugiadas, así como su traslado a otras ubicaciones, o acogida en
recursos de alojamiento. Además, ha incrementado su capacidad de plazas en tránsito, tanto de primera acogida como
de emergencia, gracias a las que se han podido atender a más de 62.000 personas. Junto al Ministerio de
Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en colaboración con el Ministerio de
Interior y el resto de entidades que forman parte del Sistema de Acogida se
pusieron en marcha 4 Centros de Recepción, Atención y Derivación en Madrid,
Barcelona, Alicante y Málaga. Cruz Roja
es la entidad de referencia para la orientación y atención social en los
centros de Barcelona y Alicante. Además, se han instalado en los puntos de
llegada y primera acogida actividades de ocio
educativo y tiempo libre para menores a través de los Equipos de Sensibilización
e Información ante Emergencias de Cruz
Roja Juventud.
Hasta allí llegaron Yevhenii e
Inna, un matrimonio que huyó del Donbás
tras el estadillo del conflicto y que fue secuestrado
por milicias prorrusas y sometido a tortura; al intentar reubicarse dentro
de Ucrania, sufrieron discriminación y persecución, por lo que finalmente
optaron por venir a España y pedir asilo.
A su llegada les atendieron personas como Nadiia, que ya han pasado por todo este trámite; ahora realiza voluntariado en el centro de primera acogida
extraordinaria de Granada, pero huyó de Ucrania junto a su pareja en 2016
debido al conflicto ruso; a su llegada pidió la protección internacional y
estuvo en el programa 18 meses. Actualmente se encuentra en situación de búsqueda de empleo, a la vez que
compagina su día a día con el voluntariado.
También conoce este proceso
Awa, de Costa de Marfil, y llegado en el buque Aquarius hace ahora 4 años; huyó porque su familia y la de su
marido, no aprobaban su relación. En su huida pasan por Libia, donde sufren
encierro y graves violaciones de sus
derechos humanos. A día de hoy, trabaja
en un restaurante donde es muy querida por sus jefes y compañeros de trabajo.
También ha podido insertarse
en la sociedad Santana, quién sufrió desde la infancia discriminación, insultos y maltratos por ser del espectro trans.
Huyó del país al no disponer de ‘La libreta militar’, un documento legal que
les permite, entre otras cosas trabajar, y que no obtuvo al no formar parte de
la estética masculina. A los 26 años salió del país después de que degollaran a
una de sus amigas, lo que le hizo tener que revertir su proceso de transición
para poder protegerse. Recibió
apuñalamientos en las piernas y el abdomen por ser trans, tener el pelo
rubio y vestir como mujer. A su llegada a España, su trabajadora social de Cruz
Roja, la ayudó con la documentación; estuvo viviendo con su hermana y en un
centro de acogida, donde conoció a una pareja de chicos con los que compartiría
piso más adelante para protegerse
mutuamente. Contó con el apoyo de un asesor jurídico y una psicóloga que le
ayudaron a defenderse y a integrarse en
la sociedad, y aunque aún sigue como solicitante de asilo, ya se encuentra insertada, y espera poder
trabajar en sanidad en el futuro, viviendo libremente su identidad de género y
tranquila.