Durante la primera mitad del año 2022 el incremento ha sido superior a los cinco millones de botellas, lo que supone un 19 % que en el mismo periodo de 2021.
La Denominación de Origen La Mancha cierra un primer semestre esperanzador de 2022 para las ventas de vino envasado
Aunque las circunstancias y el contexto actual no son
las más favorables para el conjunto de la economía mundial, con incremento de
los precios y los efectos en los mercados provocados por la guerra de Ucrania,
el ritmo embotellador de vino con Denominación de Origen La Mancha ha
experimentado una recuperación importante en el primer semestre de 2022 con
respecto al mismo periodo 2021, un año también marcado por el cierre de muchos
mercados debido a las sucesivas olas de la pandemia del COVID 19 y por una
escalada incesante en los costes del transporte.
Ya el comienzo del presente año había dado indicios de
una sintomática recuperación, alcanzándose de la cifra de 6.249.00 tirillas expedidas (equivalencia en
botellas de 0,75 litros), el récord para un mes de enero.
Febrero y marzo se
vieron muy condicionados por la incertidumbre derivada del conflicto
ruso-ucraniano y la ralentización de la economía china por el COVID, lo que levantó
la preocupación del sector en los mercados internacionales.
Moderado optimismo
Afortunadamente, y pese
a todos los avatares, los primeros seis meses del 2022 se han cerrado con la
comercialización de unos 25.538.523 litros envasados con DO La Mancha, lo que
se traduce en unos 34.295.993 de tirillas expedidas (para botellas de 0,75 cl).
Supone un efectivo incremento del 19,07 % con respecto al mismo periodo del año
2021, donde las bodegas manchegas solicitaron 5.492.999 unidades menos, esto
es, 28.802.994 tirillas de vino DO La Mancha.
Se interpreta que el
consumo nacional, tanto en el hogar como en hostelería, ha sido clave para
obtener unas cifras tan positivas. No obstante, el contexto internacional,
vital para una denominación de origen con vocación claramente exportadora como
es La Mancha, hace que se deba ser todavía muy precavido en espera de la
evolución de los próximos meses, siendo especialmente importante el último
trimestre del ejercicio, que coincide con la campaña de Navidad, cuando se suele
producir un sustancial aumento de la demanda.
En otro orden de cosas,
comentar que aunque los datos primaverales del informe del OeMv en
exportaciones de vino español, señalaron al mes de abril de 2022 como “el más elevado de la serie histórica en
términos de valor, alcanzándose los 251,2 millones € (+5,5%)”, es conveniente subrayar los datos desde
la moderación en un contexto mundial inestable para el sector del vino, que no
es ajeno a la incertidumbre de la inflación, la escalada de precios de los carburantes
y la paralización traumática de los mercados exteriores en zonas como Europa
del Este, marcada por la guerra de Ucrania.
En este sentido, es
preciso aún observar la evolución y consecuencias en medio plazo en aquellas
zonas con evidente influencia comercial ligados al mercado ruso como son
los países bálticos (Letonia, Lituania, Estonia o la propia Bielorrusia).
Un informe del OeMv ya advirtió en un primer análisis, de “un riesgo económico para el sector
vitivinícola español de 91,3 millones de euros, por la venta de 98,2 millones
de litros.”
A todo ello, se une además la evidente ralentización
de los mercados asiáticos, principalmente el gigante chino, inicio de la
pandemia a comienzos del 2020. Las fronteras permanecen herméticas con la Gran
Muralla, con la celebración de ferias y eventos únicamente restringidos a
público profesional e importadores del propio país.