La aprobación del RDL 14/2022 de medidas para el ahorro energético ha sembrado las RRSS y los medios de comunicación de buscadas opiniones de autónomos y microempresarios que, curiosamente, o bien eran miembros de organizaciones cuya misión principal es desestabilizar las acciones de gobierno o bien eran miembros de partidos políticos de ideología ultra, como la candidata de Vox en Badalona, o el empresario hostelero del abanico, entre otros.
UPTA CLM EXIGE QUE SE DEJE DE UTILIZAR A LOS AUTÓNOMOS CON FINES POLÍTICOS Y DESESTABILIZADORES
Se trata del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios) y lleva aprobado desde hace 15 años.
Este reglamento ya establece las siguientes obligaciones:
Es cierto que el nuevo decreto introduce algunas novedades, como el rango de temperaturas, 19 y 27 grados respectivamente, y hacer extensiva la obligación del cierre de puertas también a los edificios dotados con energías renovables, así como la obligación de informar al público sobre las medidas que se están implantando en cada negocio.
Pero quizás lo que más preocupa es que se adelanten las inspecciones técnicas para que en este año todos los establecimientos las tengan pasadas.
Por otra parte, “también hace 15 años que estuvimos obligados a instalar sistemas de cierre de puertas en nuestros negocios, sistemas que, según dicta el RITE, podrán ser un simple sistema de brazo y muelles o hidráulico. Estos sistemas los venden en las ferreterías y sus precios oscilan entre los 25 y los 30 euros”, continúa García.
En cuanto a los dispositivos de información térmica, García recuerda que “solo están obligados a tenerlo aquellos establecimientos establecimientos con más de 100 metros cuadrados de uso público, de la misma forma que sólo están obligados a pasar las inspecciones aquellos establecimientos que necesitan una potencia eléctrica para calentar o refrigerar superior a los 70 KW y por lo tanto son obligados a contratar un servicio externo de mantenimiento.
Es ilógico pensar que se puede “terracear” a 38 grados, pero no se puede comer en el interior de un restaurante a 27, o que haya trabajadores en la calle a altas temperaturas, pero se teme por la salud de los que trabajan en el interior de los locales a 27 grados.
Seamos serios”, concluye García.