UGT Castilla-La Mancha advierte de la difícil situación que el alza continuada de los precios deja a muchas familias de la región. El sindicato exige implementar medidas temporales y eficaces que pongan freno al crecimiento descontrolado de los precios de algunos productos y servicios básicos.
El IPC subió en julio un 13,2% en CLM, la tasa más alta desde enero de 1984
UGT Castilla-La Mancha considera muy preocupante que la evolución de los
precios en la región siga en alza y disparándose a valores que no se conocían
desde el año 1984, lo que mantiene a muchas familias castellano-manchegas en
una situación muy complicada y con grandes dificultades para llenar la cesta de
la compra.
Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), en el mes de julio la inflación se incrementó un 13,2% en Castilla-la
Mancha con respecto a julio de 2021, si bien descendió un 0,4% en relación al
mes de junio de este año. Con estas cifras, la comunidad sigue a la cabeza como
la región más inflacionista del país, con una diferencia de algo más de dos
puntos respecto de la media nacional.
Para la secretaria de Empleo y Política Sindical de UGT Castilla-La
Mancha, Isabel Carrascosa, lo que
está en juego ya no es solo la situación económica de las personas más
vulnerables de la región, sino también la situación de muchas familias que, aun
trabajando e ingresando dinero en sus hogares, no llegan a fin de mes.
“El poder adquisitivo de
los trabajadores y trabajadoras se está viendo muy mermado y es que los
salarios apenas han crecido un 2,6%. Es más, según
el último avance del INE sobre la Contabilidad Nacional Trimestral del segundo
trimestre, el gasto en consumo final se desacelera (crece 1,4 puntos menos
respecto al anterior trimestre) y también cae la aportación de la demanda
nacional al crecimiento interanual del PIB”.
UGT
reivindica que subir los salarios se erige en estas circunstancias como una
necesidad económica y social de primer orden y exige que con urgencia se
promueva un reparto justo de los costes asociados a la deriva inflacionista, de
manera que la clase trabajadora no vuelva a ser la principal damnificada en un
contexto de adversidad económica.
Para el
sindicato es fundamental implementar medidas temporales y eficaces que pongan
freno al crecimiento descontrolado de los precios de algunos productos y
servicios básicos, evitando que determinadas empresas y sectores sigan
ampliando sus márgenes de beneficios a costa del empobrecimiento de los hogares.
Las mayores subidas, en vivienda, electricidad y
transporte
En Castilla-La Mancha –y en relación al año pasado- los precios subieron
sobre todo en vivienda, agua, electricidad y gas, hasta un 34,1%; en
transporte, un 16,8%; y en alimentos y bebidas no alcohólicas, un 14,6%.
Aumentaron, pero con más moderación, en restaurante y hoteles, un 8,7%; en
vestido y calzado, un 7,4%; y en muebles, artículos del hogar y artículos para
el mantenimiento corriente del hogar, un 7%.