El pasado viernes 30 de septiembre tuvo lugar una charla informativa sobre el proyecto de 2 macrogranjas de 1990 cabezas de ganado porcino cada una, en el término municipal de El Robledo por parte de la empresa SAT 9894 Vallehermoso, S.R.L.
Charla informativa sobre las macrogranjas en El Robledo




Los ponentes fueron Francisco
José Sarrión, por parte de Ecologistas en Acción de Ciudad Real y Máximo
Florín, profesor titular de Tecnologías del Medio Ambiente de la UCLM y
responsable de la Sección de Humedales del Centro Regional de Estudios del Agua
de la UCLM. El primero explicó las acciones del proyecto y el segundo la
problemática ambiental y para la salud de este tipo de industria.
La asistencia de vecinos
preocupados fue muy numerosa, unas 75 personas que llenaron el salón de actos y
participaron activamente, contando con la asistencia de la alcaldesa que
manifestó el rechazo de toda la corporación municipal al proyecto, expresado en
el pleno celebrado el día anterior y su apoyo al desarrollo sostenible del
municipio.
Como conclusiones de las
ponencias resaltamos que el proyecto presenta muchas irregularidades y
deficiencias por las cuales no debería haber sido aceptado a trámite, al menos en
su totalidad, por el Servicio de Medio Ambiente de Ciudad Real de la Consejería
de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha.
Consideramos que es un único
proyecto fragmentado en dos, puesto que se encuentran dentro de un grupo de
parcelas unidas y adquiridas por los mismos propietarios. El objetivo de esta
fragmentación es eludir la moratoria que existe para la concesión de
Autorizaciones Ambientales Integradas hasta el 31 de diciembre de 2024 para granjas
de más de 2000 cerdos de cebo y la realización de un Estudio de Impacto Ambiental
ordinario que supondría la inadmisión por los graves efectos ambientales que
supone.
Entre otros problemas se puso el
énfasis en la generación de malos olores en toda la zona, por la dispersión de
los vientos en las direcciones dominantes noreste, suroeste, este y oeste, que afectarían
al pueblo de El Robledo, a la aldea de las Islas y al anejo de La Tiñosillas,
este último perteneciente al término de Porzuna. En toda la zona se han
implantado gran cantidad de casas y alojamientos rurales mediante subvenciones
de los planes de Desarrollo Rural. Es más, El Robledo está incluido en Plan de
Sostenibilidad Turística del Parque Nacional de Cabañeros con lo que los
esfuerzos por potenciar el turismo rural en la zona se verían perjudicados por
este proyecto. Los dos puestos de trabajo directos creados en el funcionamiento
de cada macrogranja no compensan para nada el perjuicio social y ambiental que
causarán.
En cuanto a la contaminación de
los suelos y las aguas por los nitratos, como ocurre en todos los lugares en
que se desarrolla la ganadería intensiva, llegan a hacer que el agua de los pozos
no se pueda beber. Los vertidos de purines en un área de más de 240 ha,
realizados como método de deshacerse de estos residuos, en cantidades, momentos
y lugares inadecuados, afectarían también al río Bullaque, espacio protegido por
la Red Natura 2000 y los planes de conservación de especies amenazadas de
Castilla-La Mancha, destacando muchas especies de fauna y flora protegidas y
endémicas de la península, como los nenúfares, peces y mejillones de río. El
impacto se extenderá aguas abajo: las zonas de baño y el turismo asociado a los
términos de Porzuna y Piedrabuena, incluida la Tabla de la Yedra, se verían
afectadas por el empeoramiento de la calidad de sus aguas, proliferando las
algas y los tapetes microbianos.
Finalmente, se comentó la falsa
solución de las plantas de tratamiento de purines que generan también malos
olores en un área mayor que las macrogranjas, con lo que la única alternativa posible
es la ganadería extensiva como método de producción de carne de calidad, abandonando
la exportación de carne barata a otros países a base de no incluir en el precio
el deterioro ambiental que causan, yendo a parar los beneficios a manos
privadas y los perjuicios a toda la comunidad.