Luis Díaz-Cacho: “La vida es lo único que tengo, que tenemos. El instante preciso que compartimos. El momento puntual en el que estamos. Ayer es pasado. Y mañana aún no existe…Solamente me queda el segundo exacto que compartir contigo”.
El Ateneo Cultural de Alcázar de San Juan acogió, en su ciclo




Dentro
del ciclo “El autor y su obra” organizado por el Ateneo Cultural de
Alcázar de San Juan, el poeta solanero Luis Díaz-Cacho Campillo
presentaba el pasado viernes, 4 de noviembre, en la sede de la asociación
cultural, el poemario “Vivir cada día”. El acto contó con la presencia
de La alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor, los tenientes de alcalde, Ana Isabel
Abengózar y Javier Ortega, así como el presidente del colectivo cultural, José
Ángel Agenjo. El poeta Mariano Lizcano realizó, al numeroso público que llenaba
la sala, una hermosa, profunda y poética presentación del autor.
Por
su parte Díaz-Cacho, desgranó el contenido del libro “Vivir cada día”, que combinó con la lectura de sus poemas, iniciando su
intervención, además de los correspondientes agradecimientos, con un
reconocimiento a su familia: “Este libro, mi transcurrir por los días, mi
compromiso con la vida, no se pueden entender sin la presencia de Mavi y
de mis hijos Luis Adolfo y Ramón María, a quienes les debo todo:
mis tiempos de aislamiento en la composición, su permisividad conmigo cuando he
estado ausente, el respeto y el entendimiento a mi manera de complicarme la
vida a cada instante. No sería la persona que soy si no fuese por ellos tres”.
El
poeta solanero asegura que “la poesía me salvó la vida. Me la salva cada día.
Amanecer con un poema entre las manos me alienta el ánimo vital para avanzar
por el camino”. Dice que escribe porque necesita escucharse para intentar
comprenderse, “comprenderme con mis cambios y en mis cambios; en las
circunstancias propias y en las ajenas; porque no es sencillo transitar cada
día en medio del tumulto”.
También
afirma que escribe “para dejar en verso mi manera de ser y de comportarme, mi
manera de entender la futilidad de mis días. Escribo por si mis poemas
pudiesen, en algún momento, salvarte a ti lector que me estás leyendo”. Y
escribe porque cree en la palabra, siempre, ante todo, “para poder propiciar la
convivencia que dé sentido a nuestras vidas”.
En
la Navidad del año 2010, Luis Díaz-Cacho, publicó un librito titulado “Poemas
para vivir cada día”. Fue un libro para regalar que jamás vio la luz en
presentación alguna. Libro que reimprimió una vez agotada la primera tirada y
ante la posibilidad de volver a reimprimir, el editor y amigo personal del
poeta, Julio Criado, le brindó la posibilidad de editar un libro nuevo y
distinto, pero con la intensidad y la base de “Poemas para vivir cada día”,
con una distribución diferente, más algunos poemas añadidos. Diferente en el
formato, en los dibujos en colores del ilustrador Fernando Acebrón.
Original
en la semblanza elaborada por el poeta Luis Romero de Ávila y con la
sensibilidad en el prólogo de la poeta y escritora Antonia Cortés, a
quien, Luis Díaz-Cacho “siempre agradeceré su compromiso conmigo y con
este proyecto". Además de un título diferenciado “Vivir cada día,
poemas de crecimiento personal”.
De
tal manera que “Vivir cada día” es precisamente eso. Un libro de
crecimiento personal para entender las circunstancias que nos rodean, los
estados de ánimo que nos condicionan y la manera de comportarnos ante los
acontecimientos de la vida, a través del instante que el verso vierte ante
nosotros.
El
poeta, está totalmente convencido de que tan sólo es preciso saber percibir el
momento puntual, dejarse llevar por las situaciones que los sentimientos
estimulan, para entender que lo único que verdaderamente existe es el preciso y
precioso instante que nos ocupa.
A
nuestro alrededor, la vida nos ofrece cada día situaciones y percepciones distintas
que debemos vivir con la intensidad que cada oportunidad nos ofrece, porque
jamás un instante es idéntico a otro y nos recomienda que “¡Aprovechémoslas con
todas nuestras ganas!”.