La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha es consciente de lo mal que lo están pasando en las últimas campañas los olivareros de la región

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La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha hecho un balance de la campaña del olivar tradicional en la región; un año que ha venido marcado por el incremento de precios que pagan los consumidores por el aceite significativo en la producción debido a las condiciones climatológicas adversas, así como al incremento importante de los costes de producción, que han limitado la rentabilidad de muchas explotaciones familiares.

 La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha es consciente de lo mal que lo están pasando en las últimas campañas los olivareros de la región; sobre todo los de olivar tradicional, que son mayoritarios; unos 80.000 titulares en la región. Esta campaña, tal y como explica la responsable de Olivar de UPA Castilla-La Mancha, Elisa Fernández, se ha caracterizado por la bajada significativa de rendimientos con respecto a una campaña normal. “En nuestra región la producción se ha quedado en 70 millones de kilos, por debajo de lo habitual. Seguimos siendo la segunda productora de España, por detrás de Andalucía, pero eso no quita para que este año lo hayamos pasado mal”.

La responsable de Olivar de la organización agraria ha indicado que, en la provincia de Toledo, en la zona de la Mancha hasta Toledo capital, la pérdida de producción no ha sido la esperada en un principio ya que se preveía un 50%, y se ha aproximado al 30% de reducción. Asimismo, según los datos que han aportado las cooperativas, en la zona de Talavera de la Reina, sí ha sido mayor la pérdida, dejando la producción en casi inexistente.

Por otro lado, en la provincia de Ciudad Real es interesante partir en dos zonas. Por un lado, el norte de Ciudad Real, la Mancha de Ciudad Real no ha tenido una pérdida de producción tan grande. Mientras que, en la zona de Valdepeñas, también hay una pérdida de producción de un 40 y hasta un 50%.

Estos datos vienen a reflejar la disparidad de climatologías dentro de un mismo tipo de cultivo, así como la extensión de la región, lo que condiciona las producciones. De hecho, las últimas lluvias del mes de diciembre ayudaron a recuperar un poco la producción en algunas zonas concretas.

Finalmente, desde UPA insisten en recordar que, mientras que los consumidores siguen pagando el precio del aceite más alto, a pesar de la reducción del IVA, los olivicultores siguen sin tener claro cuál es el precio por el que van a cobrar por su trabajo y su producto.