La respuesta de la Unión Europea ante los desastres naturales

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Por Mario Villamor Nodal, técnico de Europe Direct Ciudad Real y Eurodesk Ciudad Real

Desde hace unos meses, hemos visto como los fenómenos meteorológicos adversos han azotado centro Europa y, estos días, con la llegada de la DANA, especialmente el este de nuestro país, hecho que ha puesto a prueba la capacidad de reacción de nuestro país y de la Unión Europea. En este sentido, desde la UE se han movilizado diferentes recursos y se ha apoyado a países como Chequia o Eslovaquia a recuperar la normalidad.

Países como Alemania, Polonia, Austria y Chequia han sufrido graves inundaciones, desbordamientos de ríos… que han afectado a zonas rurales y grandes ciudades acompañadas, en ocasiones, de deslizamientos de tierras que han provocado situaciones dramáticas que han arrasado con todo aquello que encontrasen a su paso: carreteras, casas, terrenos e, incluso, vidas humanas.

En este sentido, la Unión Europea ha activado el Mecanismo de Protección Civil[1], instrumento que ha permitido a los Estados miembros y otros países asociados que puedan solicitar ayuda económica, material o humana en caso de catástrofe. A través del mismo se ha facilitado la coordinación entre países, se ha favorecido la llegada de ayudas y de equipos de rescate humanitarios.

Por otra parte, se ha activado el Fondo de Solidaridad de la UE[2], que ha proporcionado ayuda financiera a los países que más han sufrido estos desastres naturales, ayudando a paliar los gastos de reconstrucción, limpieza y ayuda a la ciudadanía afectada. Así, el Fondo de Solidaridad fue creado en 2002 para responder a las devastadoras inundaciones que afectaron a Europa central en el verano de ese año. Desde entonces, ha prestado apoyo en más de 130 ocasiones.

 

La situación en la Comunidad Valenciana y Andalucía

La Comunidad Valenciana y Andalucía se han llevado la peor parte de la DANA que ha azotado a España esta semana. La DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, se caracteriza por ser un fenómeno meteorológico que provoca intensas lluvias en un tiempo récord. Como hemos podido ver en los testimonios audiovisuales y narrados de las personas afectadas, además de en las noticias, las inundaciones se han llevado por delante vidas humanas, además de causar graves perjuicios económicos y sociales: viviendas, coches, cultivos, ganadería… paralizando el día a día de la sociedad. La intensidad de estos fenómenos vemos que se está acrecentando recientemente debido al cambio climático.

Frente a este tipo de desastres naturales, la Unión Europea cuenta con un mecanismo de apoyo para proveer asistencia y gestión del daño para prestar a los Estados miembros, a través del Centro Europeo de Coordinación de Respuesta a las Emergencias[3], que está en permanente contacto con las autoridades españolas, para atender a la ciudadanía y permitir una gestión y asistencia eficiente de los recursos. Asimismo, el ya mencionado Fondo de Solidaridad de la UE será previsiblemente activado, de cara a cubrir los principales costes de restauración de infraestructuras y de limpieza de las zonas anegadas.

Asimismo, a través del programa rescEU[4], la Unión Europea ha reforzado su capacidad de asistencia frente a los desastres, ofreciendo transportes y ayuda para hacer frente a las inundaciones y los fenómenos meteorológicos ya referidos. Este programa permite a los Estados miembros contar con recursos que permitan responder de forma rápida a grandes emergencias, como la acontecida esta semana en nuestro país.

De esta forma, la Unión Europea es capaz de movilizar recursos en situaciones de grandes crisis, principalmente gracias a la colaboración entre las instituciones y los Estados miembros. El objetivo: funcionar como un gigante que permita que ningún Estado miembro deba afrontar estos fenómenos en soledad, basado en el principio de solidaridad entre los socios europeos.