Un estudio publicado hoy por Seas At Risk, BUND, Ecologistas en Acción y Sciaena, acerca de la economía política del sector pesquero en Europa, revela que el sistema actual favorece la industrialización y la concentración económica en detrimento de prácticas más respetuosas con el medio ambiente y de una distribución más justa de los recursos marinos.
La política pesquera de la UE favorece la industrialización del sector




Desde
la última reforma de la Política Pesquera Común (PPC) en 2013, el número
de buques pesqueros en la UE ha disminuido, pero los que quedan son, en
promedio, más grandes y potentes, lo que revela una tendencia a la
industrialización. Esta tendencia también se refleja en el Estado
español: entre 2013 y 2021, la flota española ha disminuido un 11 % en
número de buques activos y un 20 % en número de pescadores/as a tiempo
completo.
Las conclusiones del informe publicado
hoy por Seas At Risk, BUND, Ecologistas en Acción y Sciaena también
revelan que, del mismo modo, la concentración de poder a través de la
propiedad de flotas de buques múltiples y más grandes, la adquisición de
porcentajes significativos de cuota y el control de varias etapas del
proceso de transformación y distribución han dejado el sector pesquero
en manos de un número reducido de grandes actores.
Un
ejemplo de todo ello es el grupo empresarial holandés PP, que muestra
la concentración en una sola familia de recursos, flota e influencia en
diferentes Estados miembros; y, de hecho, el buque más grande del Estado
español es de su propiedad (ver detalles en el informe completo).
Según
muestra el informe, el sector pesquero español también ha mostrado
fuertes procesos de integración vertical a lo largo de los años.
Ejemplos de estas empresas integradas son Nueva Pescanova, con 54
buques, así como con actividades de acuicultura, procesamiento y
comercialización; o el Grupo Pereira, que se dedica a la captura de
pescado con 18 buques, y al procesamiento, comercialización y
distribución de productos pesqueros.
La
flota española es uno de los principales actores de la pesca atunera
mundial, debido también a las importantes subvenciones concedidas por la
UE a lo largo de los años. Si bien la flota de aguas lejanas solo
representa una pequeña parte de la flota española (2,5 %), en 2021
contribuyó con un 56 % del peso vivo de los desembarques. Del mismo
modo, los ingresos de capturas están dominados por los segmentos
semi-industriales e industriales (48 %) y por la flota de aguas lejanas
(45 %).
Mientras,
la pesca costera de pequeña escala representa el 7 % de los ingresos y
el 3 % de los desembarques. Esta distribución ilustra que el valor
relativo de las capturas de la pesca costera de pequeña escala es mayor
que en el resto de segmentos de la flota.
Las
organizaciones ecologistas señalan que, a pesar de su alta
productividad y de su importante contribución a la fuerza laboral, las
autoridades pasan por alto el papel vital de la pesca costera de pequeña
escala en el sostenimiento de las economías locales y la promoción de
la pesca de bajo impacto. “Este descuido se ve agravado por las
subvenciones que, debido a la complejidad del papeleo y las exigencias
de tiempo, favorecen una vez más a las flotas a gran escala que a menudo
sostienen grandes empresas dependientes de subvenciones”, afirman.
El
estudio presentado hoy concluye que los aspectos sociales necesitan una
consideración mucho mayor para alcanzar el objetivo declarado de la PPC
de transición hacia una economía pesquera más justa y sostenible a
largo plazo.
Cecilia
del Castillo Moro, coordinadora de Pesca de Ecologistas en Acción, ha
declarado: “A pesar del uso discursivo constante y estratégico del
‘pescador romántico’ por parte de los partidos políticos, los grandes
grupos empresariales siguen siendo los mayores beneficiados del sector.
Cabe destacar, una vez más, que son recursos públicos y deberían
beneficiar sobre todo a nuestras comunidades. Además, es clave apostar
por el modelo de la cogestión, sistema de gestión pionero en el Estado
español (notablemente en Catalunya), dando voz al sector pesquero,
científicos/as y conservacionistas para cooperar desde la base en la
gestión pesquera”.