El Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM-CLM), quiere hacer pública una nueva agresión verbal sufrida por una médica de Atención Primaria del consultorio médico de Torralba de Calatrava adscrito a la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real (SESCAM), ocurrida el pasado miércoles, 3 de septiembre de 2025, durante el desempeño de su labor asistencial.
Denuncian una nueva agresión verbal e intimidación a una médica de Atención Primaria en Ciudad Real




Según consta en el parte remitido por la profesional afectada, un usuario que acompañaba a una paciente, concretamente su madre, accedió a su consulta profiriendo insultos y amenazas desde el primer momento, con frases como “Estoy esperando desde las 10:20, inútil”, “La voy a hacer votar de su puesto de trabajo” o “Más vale que me atiendas como quiero, si no estuviera mi madre, ya veríamos lo que pasa”. El agresor, además, utilizó su teléfono móvil para grabar de forma intimidatoria a la facultativa, llegando a acercarlo a escasos centímetros de su rostro mientras continuaba con los gritos.
La
situación obligó a la profesional a solicitar ayuda al personal de
enfermería y a una celadora, iniciándose posteriormente los trámites
para interponer la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil,
poniéndose también los hechos en conocimiento de la G.A.I. de Ciudad
Real
Este
episodio de amenazas ha generado en la facultativa una sensación
continua de ansiedad y vulnerabilidad, repercutiendo y afectando a su
estado emocional.
Desde CESM-CLM volvemos a exigir al SESCAM y a la Consejería de Sanidad que se adopten medidas inmediatas de protección y prevención, incluyendo:
- Cambio de cupo del usuario agresor.
- Activación de los protocolos de agresiones a personal sanitario.
- Acompañamiento legal y psicológico a la profesional afectada.
- Disponibilidad de “botón de pánico” en todas las consultas.
Las
agresiones, sean físicas o verbales, no pueden normalizarse ni quedar
impunes. La pasividad institucional ante estos hechos pone en riesgo no
solo la salud mental y física de los profesionales, sino también la
calidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes.
Desde
este sindicato reiteramos nuestra solidaridad con la compañera agredida
y animamos a todos los profesionales a denunciar cualquier situación de
violencia, acoso o intimidación. Basta ya de agresiones. La sanidad
pública no puede permitirse seguir perdiendo a sus profesionales por
miedo o desprotección.