-CSIF reclama reforzar las plantillas de psiquiatría, psicología clínica y enfermería especializada, además de incorporar psicólogos en Atención Primaria para garantizar una atención temprana y equitativa.
CSIF exige un cambio de modelo en la prevención laboral de la salud mental y reclama más medios para un sistema sanitario sin recursos suficientes




La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora este viernes, lanza un llamamiento urgente para que la salud mental de los trabajadores deje de considerarse un asunto personal para convertirse en una responsabilidad colectiva y un derecho a proteger en el entorno laboral.
Bajo el lema ‘La salud mental también se trabaja’, CSIF subraya que los riesgos psicosociales no son inevitables ni secundarios, sino el resultado de modelos organizativos ineficaces y entornos laborales tóxicos, caracterizados por la sobrecarga, la precariedad, la falta de recursos, la desigualdad y la ausencia de medidas de prevención reales.
Las cifras reflejan una situación alarmante. Desde 2018, las bajas laborales por trastornos mentales se han disparado casi un 500% en los casos vinculados a síntomas emocionales, más de un 200% por estrés grave y más de un 100% por ansiedad.
Solo en 2024, se registraron 643.681 incapacidades temporales por motivos psicológicos en España, lo que representa el 9,3% del total y un incremento del 72% desde 2020, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Estas bajas duran de media 65 días, más del doble que el resto de enfermedades comunes (28 días).
Entre los principales factores laborales que agravan la salud mental se encuentra la insuficiencia de plantillas y jornadas prolongadas; temporalidad e inseguridad laboral; sobrecarga de trabajo, falta de descanso real y ausencia de desconexión digital; mala organización del trabajo; déficit de participación y autonomía en las decisiones; acoso, discriminación o violencia laboral, falta de formación, apoyo psicológico, acompañamiento o espacios adecuados de escucha, así como estigmas y cultura del silencio.
En paralelo, los 3.846 suicidios registrados en 2024 —2.834 hombres y 1.012 mujeres— muestran un drama que, aunque no puede atribuirse exclusivamente al ámbito laboral, se ve agravado por contextos de estrés, acoso, precariedad o falta de apoyo psicológico. El suicidio no es solo una tragedia individual, es una señal de alarma social. Cuando no se prevén ni se abordan los riesgos psicosociales en el trabajo, parte del malestar termina siendo mortal.
Además, este año CSIF llama la atención sobre la salud mental de los empleados públicos, y de manera particular los trabajadores que realizan labores en la extinción de incendios, en desastres como la dana, en la sanidad, las prisiones, o en los centros educativos.
Falta de recursos.
En este sentido, CSIF advierte de una sanidad colapsada y sin recursos suficientes para hacer frente a este grave problema. El Informe de la Estrategia de Salud Mental 2022-2026 del Congreso de los Diputados ya alertó de la falta de medios: España cuenta con solo 6 profesionales de salud mental por cada 100.000 habitantes, frente a la media europea de 18, lo que compromete gravemente la capacidad del sistema para atender a quienes sufren.
CSIF reclama reforzar las plantillas de psiquiatría, psicología clínica y enfermería especializada, además de incorporar psicólogos en Atención Primaria para garantizar una atención temprana y equitativa. Es más, las listas de espera en salud mental son inasumibles. Para una persona en crisis, cada día de demora multiplica el sufrimiento.
Ante esta crisis de salud mental, CSIF exige a las administraciones públicas y a las empresas la adopción urgente de medidas estructurales:
- Aprobación de un Real Decreto sobre riesgos psicosociales.
- Actualización del cuadro de enfermedades profesionales, incluyendo el síndrome del trabajador quemado (burnout) y otros trastornos mentales.
- Reconocimiento de los trastornos psicológicos laborales como accidente de trabajo.
- Creación de Comisiones de Salud Mental en el Trabajo.
- Transparencia en los datos de suicidios laborales, incluyendo la profesión en los registros nacionales.
- Planes de prevención, apoyo psicológico gratuito y protocolos de reincorporación progresiva.
- Garantía de la desconexión digital y del derecho real al descanso.
- Campañas de sensibilización que eliminen el estigma y promuevan entornos laborales saludables.