Los sindicatos demandan a Vestas por poner en peligro la salud de sus trabajadores

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Miembros del Comité de Seguridad y Salud apoyados por el Comité de Empresa testificarán este viernes en el Juzgado de Instrucción Nº1 de Daimiel en las diligencias que se siguen contra la filial ciudadrealeña de la empresa de palas eólicas

 Tras cuatro años de movilizaciones y reivindicaciones en pos de la salubridad de sus trabajadores y trabajadoras, parte del Comité de Seguridad y Salud de Vestas Manufacturing S.L., con el respaldo del Comité de Empresas, testificará este viernes en el Juzgado de Instrucción Nº1 de Daimiel, a las 09:30 horas, ante las diligencias incoadas por la Fiscalía de Siniestralidad Laboral de la provincia de Ciudad Real por un presunto delito contra la seguridad de los trabajadores, del que se acusa a la directiva y al responsable del servicio de prevención de la filial daimieleña.

 Así lo ha establecido la propia fiscalía tras la demanda presentada, en 2019, por los representantes sindicales en la compañía ante la necesidad de actuar contra una serie de irregularidades que, hasta el momento, podrían haber provocado afecciones de salud a más de 70 operarios y operarias que atentarían contra su integridad física y mental. Estas, según establecen, se han producido ante la exposición constante a los elementos químicos que componen los pegamentos, resinas y pinturas utilizadas en la fabricación de las palas eólicas, de los que existen actas de infracción emitidas por la Inspección de Trabajo donde se determinan sus riesgos cancerígenos y mutagénicos.

 Con vistas a esto, el Comité de Empresa denuncia que la empresa no solo hace oídos sordos a la situación al no tomar medidas como la sustitución de estas sustancias por otras menos dañinas tanto para su plantilla como para el medio ambiente, sino que lejos de buscar una solución recurre a otras prácticas cuestionables como la ocultación de información y la manipulación de los procedimientos de evaluación de riesgos, así como al despido de los empleados afectados, ya sean de plantilla fija o procedentes de Empresas de Trabajo Temporales (ETT).

 CUATRO AÑOS DEL PROBLEMA

 El aumento exponencial de las enfermedades profesionales en la sede daimieleña de Vestas se produjo en 2016, cuando se sustituyó el modelo de producción de la pala V90, fabricado en moldes cerrados, por el V126, de mayor tamaño y cuyo proceso se realiza al aire libre, lo que facilita la exposición de los trabajadores y trabajadoras a sustancias de alta toxicidad como el Bisfenol A, Epiclorhidrina, MDA y 4-Terbutilfenol, consideradas cancerígenas, mutágenas, tóxicas para la reproducción y disruptores endocrinos. Asimismo, este cambio vino acompañado de un incremento de la plantilla, lo que conllevó que un mayor número de personas se congregasen en un espacio limitado donde la concentración de estos gases era superior a la de periodos anteriores.

 En este sentido, el presidente del Comité de Empresa hace hincapié en que la exposición constante a estos productos no solo repercute en la salud física de los afectados en forma de diversas patologías dérmicas y respiratorias, sino que las mismas generan otra serie de problemas que afectan tanto a su integridad psicológica como a sus relaciones sociales y familiares, puesto que muchos de los ellos no han podido retomar sus vidas con normalidad.