Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se conmemora hoy se celebra en el mundo el Día Mundial de la Salud; aunque sea el más amargo de cuantos se recuerdan desde que la ONU decretó esta efeméride en el año 1950. La humanidad hace frente a una pandemia inesperada y destructiva que se está llevando miles de vidas y que está haciendo tambalearse los cimientos de la sociedad en todo el planeta.
AGRICULTURA Y GANADERÍA FAMILIAR PARA PRESERVAR LA SALUD
El
coronavirus SARS-CoV2 y la enfermedad que causa, la COVID-19, ha puesto a la
sociedad en shock, sometida a una tensión con pocos precedentes. Sin embargo,
la reacción de los hombres y mujeres de todo el mundo no se ha hecho esperar.
Los sistemas sanitarios y las personas que le dan sustento, funcionan a pleno
rendimiento, los científicos trabajan sin descanso, su esfuerzo es destacable,
admirable y remarcable.
Es
en este contexto la sociedad se percata de lo importante: la salud como
elemento imprescindible para el desarrollo de una vida plena. En la consecución
de dicha salud pública y, por extensión, de la salud personal de cada uno de
nosotros, confluyen numerosos factores, pero uno de los más importantes es, sin
duda, la alimentación.
Miles
de millones de personas están confinadas en sus hogares en todo el mundo,
alimentándose cada día. Y desde UPA se reivindica la calidad de los alimentos
de calidad que ofrece nuestro sector, con calidad y variedad. “No es algo que
ocurra por casualidad. Son los agricultores y ganaderos los que permitimos que
eso ocurra”, han explicado desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.
UPA
ha querido reivindicar hoy el modelo familiar de producción de alimentos como
el más adecuado para garantizar la salud de los ciudadanos y ciudadanas, porque
es el que mejor garantiza un uso sostenible de los recursos, una producción
variada y respetuosa con el medioambiente y una distribución de la población
equilibrada por el territorio, evitando el despoblamiento de las zonas rurales,
algo que hoy cobra también especial relevancia.
“La
Dieta Mediterránea es uno de nuestros principales valores como sociedad, es un
valor de salud, social, económico y por supuesto cultural y de estilo de vida,
y por eso la UNESCO la reconoció como patrimonio cultural inmaterial de la
humanidad”, han señalado desde UPA. “Nuestro sistema agroalimentario debe ser
protegido a toda costa y en especial su eslabón más importante y a la vez más
débil: los agricultores y ganaderos de carácter familiar”.
“Seguiremos
trabajando”, han adelantado, “como cada día, hoy y siempre. No esperamos
aplausos. El mejor apoyo que nos pueden dar los consumidores es consumir
nuestros productos, de forma variada y equilibrada, y comprendiendo que deben
hacerlo a un precio justo”, han concluido.