Castilla-La Mancha pierde más de 19.300 empleos públicos desde 2010

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La Función Pública en Castilla-La Mancha ha sufrido un retroceso en los últimos diez años que se traduce en la pérdida de 19.303 trabajadores de acuerdo a los datos del Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas (BEPSAP), que ha sido publicado este lunes por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública.

La región cuenta con 121.624 trabajadores asociados a la Función Pública,  833 más que los contabilizados a julio de 2019; una leve recuperación en el segundo semestre del pasado año gracias al aumento de contrataciones de las administraciones locales que sin embargo no sirve para paliar el enorme retroceso sufrido desde 2010. No en vano, las constantes fluctuaciones en los registros del BEPSAP evidencian la temporalidad a la que están sujetas las administraciones públicas: la comunidad autónoma tiene 12.132 trabajadores públicos menos que en enero de 2019.

 

Por provincias, Toledo es la que concentra mayor personal al servicio de las administraciones públicas, 38.951 personas, y la que ha sufrido mayor retroceso con 5.873 trabajadores menos respecto a enero de 2010; Ciudad Real cuenta con 31.459 empleados, 5.140 menos; Albacete, con 24.898 empleados, ha perdido 4.198 puestos de trabajo; la plantilla en Guadalajara está compuesta por 13.399 trabajadores, 1.495 menos que en 2010; en Cuenca hay 12.917 empleados y se han perdido 2.597 puestos de trabajo.

 


Las corporaciones locales de Castilla-La Mancha, que en su conjunto cuentan con 31.146 trabajadores, registraron 969 más efectivos en el segundo semestre del pasado año, una recuperación muy pequeña en comparación la pérdida de 9.759 puestos de trabajo en el primer semestre. En comparación con enero de 2010 hay 16.794 trabajadores menos. Es el sector con mayor temporalidad y el que protagoniza  la mayor destrucción de empleo.

 

En sanidad se contabilizaron 507 trabajadores más en el segundo semestre del año en una plantilla por 26.055 personas. En el primer semestre de 2019 se produjo un cambio en la metodología del BEPSAP que afectaba al ámbito sanitario, que pasaba a registrar al personal eventual únicamente de larga duración frente al anterior método de cálculo que tenía en cuenta a los eventuales de corta duración.

 

En el resto de sectores se reflejan bajadas semestrales: educación, con una plantilla de 31.465 efectivos, perdía 380 puestos de trabajo; Administración General del Estado contabilizaba 190 trabajadores menos y se sitúa en 17.101 empleados; en la Administración General de la Comunidad Autónoma, con 12.308 trabajadores, se registraba un descenso de 65 empleos, y la Universidad de Castilla-La Mancha, con 3.549, presentaba una reducción de 8 puestos de trabajo.

 

Dentro del balance de diez años, la Administración de la Comunidad Autónoma ha perdido 6.915 empleos y la Administración General del Estado otros 2.776, además de los 16.794 efectivos de las administraciones locales; educación y sanidad, con 4.042 y 3.067 empleos más, además de la UCLM, con la creación de 73 puestos de trabajo, han equilibrado un balance muy negativo.