Dos personas tendrán se sentarse en el banquillo de los acusados ante los Juzgados de lo Penal de Albacete para responder por un presunto delito relativo a la protección de la fauna, tras ser sorprendidos cazando furtivamente con galgos en un coto social del Club de Cazadores de La Gineta.
A juicio por cazar furtivamente con galgos en un coto de Albacete
La Federación de
Caza de Castilla-La Mancha, que actúa como acusación popular, ha dado a conocer
la apertura de juicio penal contra estas dos personas, que fueran sorprendidos
por un guarda rural y el Seprona cazando liebres con tres perros galgos.
La Federación de
Caza y la Fiscalía en sus escritos de conclusiones provisionales sobre los
hechos, mantienen que los cazadores furtivos fueron sorprendidos careciendo de
permiso alguno que les habilitara para ello.
Además, recogen
que estos dos hombres, tras advertir la presencia del guarda rural, se
trasladaron al paraje Las Ánimas, en Aguas Nuevas, donde fueron interceptados finalmente
por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil cuando
pretendían seguir cazando.
Los hechos, en
opinión de la fiscalía, son constitutivos de un delito relativo a la protección
de la fauna, por los que procede imponer a cada uno de los acusados la pena de
multa de 6 meses, con cuota diaria de 12 €, con responsabilidad personal
subsidiaria de 3 meses en caso de impago, e inhabilitación especial para el
ejercicio del derecho de cazar durante dos años.
Por su parte, la
Federación de Caza de Castilla-La Mancha, solicita penas mayores para los acusados, a los que considera cazadores
furtivos e infractores reincidentes, al calificar los hechos como un delito
continuado.
De hecho, según Santiago
Ballesteros, abogado de la Federación, “han
sido sancionados e inhabilitados un
número de veces grosero, actuando con total impunidad, e incluso confiados en
que al llevar incluso perros prestados, no serían objeto de sanción alguna”.
Se da la
circunstancia que los acusados, ha explicado, habían sido inhabilitados hasta
seis veces y objeto de cerca de un centenar de expedientes sancionadores, por
lo que su actuación “supone un desprecio
continuo a Ley y a la autoridad”.
La actitud de los
acusados, que de forma reiterada cazaban al margen de la ley, supone para la
Federación un perjuicio continuo y agravado al patrimonio cinegético de los
cotos afectados, donde con hechos como este se ahuyenta la caza y se diezman
los ejemplares de piezas cinegéticas.
Por eso, según la
acusación popular, los hechos pudieran ser constitutivos de un delito agravado
contra la fauna por la concurrencia de graves daños al patrimonio cinegético.