La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) expone que la Consejería de Educación está procediendo a incorporar presencialmente a las docentes embarazadas, por lo que exige a la Administración regional a que reconsidere su postura y reelabore el Protocolo para personal vulnerable frente a Covid-19 y riesgos para el embarazo.
El sindicato CSIF dice que la Junta obliga a las docentes embarazadas a reincorporarse presencialmente a su puesto de trabajo
CSIF explica que las docentes
embarazadas eran las únicas trabajadoras catalogadas como vulnerables a las que
se les permitía teletrabajar, pero el protocolo dictamina que deben realizarse
una prueba serológica y si reciben un resultado negativo pueden retornar a las aulas con una
mascarilla FPP2.
La Central Sindical señala que si
hasta el momento las embarazadas han desarrollado su labor en el tercer
escenario planteado por Educación, el telemático, no tiene sentido ahora que
regresen a las aulas con el consiguiente riesgo que supone la posible
exposición del coronavirus. Es más, la Consejería plantea tres modelos
enfocados a la evolución de la pandemia con la intención de proteger a los
alumnos (presencial, semipresencial y telemático), pero no se plantea la
seguridad y salud de las trabajadoras embarazadas.
Junto a las embarazadas, CSIF
considera que la Consejería está actuando negligentemente con el personal
vulnerable, que continúa con su labor presencial a la espera de la adaptación
de sus puestos de trabajo. Esta situación se produce ante la falta de un
Servicio de Prevención de Riesgos Laborales propio, lo que conlleva que este
personal sea atendido por los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales del
Sescam, suponiendo un retraso en la atención asistencial al no tener personal
suficiente para abordar todos los casos.
Mientras tanto, la mayor parte de
los docentes vulnerables, formado por personas con diabetes, enfermedad
cardiovascular, hipertensión arterial, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad
hepática crónica severa, insuficiencia renal crónica, inmunodeficiencia, cáncer
en fase de tratamiento activo, mayores de 60 años u obesidad mórbida, continúan
trabajando presencialmente.