“Bajo la sombra de la COVID-19, la vida de millones de niños y jóvenes ha quedado limitada a sus hogares y sus pantallas. Para muchos, internet se convirtió rápidamente en la única forma de jugar, socializar y aprender.
Si bien la tecnología y las soluciones digitales ofrecen oportunidades considerables para que los niños sigan estudiando y se mantengan entretenidos y conectados, estas mismas herramientas pueden aume
Si bien la
tecnología y las soluciones digitales ofrecen oportunidades considerables para
que los niños sigan estudiando y se mantengan entretenidos y conectados, estas
mismas herramientas pueden aumentar su exposición a numerosos riesgos. Incluso
antes de la pandemia, la explotación sexual en internet, los contenidos
dañinos, la desinformación y el ciberacoso ponían en peligro los derechos de
los niños, así como su seguridad y su bienestar mental.
En el caso
de los niños que ya padecen distintos tipos de sufrimiento tanto en internet como
en el mundo real, pasar más tiempo delante de las pantallas podría haber
agravado su situación. El cierre de las escuelas, el distanciamiento físico, la
disminución de los servicios disponibles y la creciente presión que soportan
las familias vulnerables han alterado y reducido algunas de las medidas de
protección con las que contaban.
Al mismo
tiempo, la salud física y emocional de los niños es cada vez más preocupante, y
hay pruebas que sugieren que pasar más tiempo en internet conlleva realizar
menos actividades al aire libre, reduce la calidad del sueño, aumenta los
síntomas de ansiedad y fomenta hábitos de alimentación poco saludables.
A medida que
nos adentramos en el segundo año de la pandemia, no cabe duda de que internet y
las tecnologías seguirán desempeñando un papel importante en la vida de
millones de niños. El Día de Internet Segura ofrece la oportunidad de
reimaginar un mundo en el que internet sea un lugar más seguro para los niños y
donde se dé prioridad a su bienestar físico y mental. Para ello, es preciso:
·
Trabajar con los gobiernos para formar
a los trabajadores de la salud, la educación y los servicios sociales sobre los
efectos que la COVID-19 puede tener sobre el bienestar de los niños, incluyendo
los riesgos adicionales que plantea internet; así como reforzar los principales
servicios de salud mental y protección infantil con el fin de garantizar que
sigan activos y disponibles durante la pandemia y después.
·
Velar por que la industria de la
tecnología y las redes sociales garanticen que en las plataformas de
internet existan medidas de seguridad y protección mejoradas a las que puedan
acceder con facilidad los maestros, los progenitores y los niños.
·
Trabajar con los aliados del sector
público y privado a fin de ampliar las inversiones en contenidos y
tecnologías seguras que promuevan una educación de calidad y el desarrollo de
habilidades, a través de iniciativas como Reimaginar la Educación y GIGA.
·
Dar apoyo a los progenitores para que
ayuden a sus hijos a entender los riesgos que plantean internet y las
tecnologías digitales, así como a estar atentos a cualquier indicio de
sufrimiento que pueda aparecer como resultado de su actividad en la red.
·
En las escuelas, ofrecer a los niños
acceso continuado a los servicios escolares de orientación (también en formato
virtual) y políticas que regulen asuntos relacionados con la salud mental y la
protección de la infancia.
Para los propios niños y
los jóvenes, prepararse para un mundo posterior a la COVID-19 más amable y
conectado implica tratar de encontrar el equilibrio entre internet y el mundo
real, promover relaciones seguras y positivas con las personas que los rodean y
contar con acceso a la ayuda que necesitan”.
UNICEF España está desarrollando el estudio más amplio realizado en nuestro país sobre adolescentes y tecnología, en colaboración con entidades como la Universidad de Santiago de Compostela o el Consejo General de Ingeniería informática.
Hasta el momento han participado más de 25.000 adolescentes de toda España,
que han respondido a un cuestionario online cuyos resultados servirán para
analizar tanto el impacto de las TRIC en adolescentes durante la pandemia, como
los pasos que deben darse para avanzar hacia un entorno digital seguro que
respete los derechos de la infancia. El estudio se presentará en los próximos
meses.
Con motivo del Día de Internet Segura, UNICEF España ha elaborado un quizz para que
familias y educadores pongan a prueba sus conocimientos acerca de los riesgos a
los que se enfrentan los adolescentes en el entorno digital.