Las escuelas han reabierto en 18 países de Oriente Medio y Norte de África. La mayoría están aplicando un enfoque mixto que combina la enseñanza a distancia y presencial para profesores y alumnos.
Unicef: Queda mucho por hacer para mejorar la educación de los niños en Oriente Medio y Norte de África
“La reapertura de escuelas es esencial, no solo para la educación de los niños sino también para su propio bienestar. El impacto del cierre de escuelas sobre la salud mental de los niños ha sido grande”, asegura Ted Chaiban, director regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África.
Las escuelas de toda la región cerraron una media de entre cuatro y seis semanas más que en el resto del mundo. En total, la mayoría permanecieron cerradas durante dos tercios del año académico, lo que afectó al aprendizaje y bienestar de millones de niños de todas las edades.
Mientras que todos los países
pusieron a disposición de los alumnos al menos una plataforma online para
garantizar el aprendizaje desde casa mientras durara el cierre de centros, al
menos 39 millones de niños –cerca del 40% del total- no han tenido acceso a
educación en remoto. Esto se ha debido sobre todo a la pobreza digital (la
falta de Internet –o el acceso solo esporádico- y/o de dispositivos suficientes
en los hogares). En algunos países, como Libia, Sudán, Siria y Yemen, el acceso
a internet no llega al 35%.
Los gobiernos de la región
gastaron solo el 14% de sus presupuestos en educación, por debajo de la media
mundial y del objetivo internacional.
La pandemia de COVID-19 solo
ha agravado la crisis educativa de millones de niños en Oriente Medio y Norte
de África. Ya antes de la pandemia, cerca de 15 millones de niños estaban fuera
de la escuela y cerca de dos tercios de todos los niños de la región no podían
leer y comprender un texto sencillo a los 10 años.
“No basta simplemente con
reabrir las aulas. Es momento de priorizar la educación en la región, no solo a
través de financiación y presupuestos, sino también poniendo el foco en
habilidades para la vida y reducción de pobreza digital, ampliando el ancho de
banda de internet y facilitando la disponibilidad y asequibilidad de los
dispositivos y equipamientos digitales, para salvar la brecha digital”, añade
Chaiban.
UNICEF está trabajando con los
gobiernos y otros aliados en la región para apoyar a los profesores y escuelas en
la reanudación de la enseñanza, así como para llevar a todos los niños y
jóvenes a la escuela, donde pueden recuperar la enseñanza perdida y cubrir sus
necesidades de salud y bienestar.
Para ayudar a los niños a
recuperar y acelerar su aprendizaje mediante una vuelta completa a la educación
presencial, UNICEF está trabajando con aliados en toda la región para diseñar e
implementar una serie de programas inclusivos, ágiles y de recuperación.
UNICEF hace un llamamiento
para que se lleven a cabo las siguientes medidas:
·
Apoyar a todos los niños de la
región para que reanuden las clases presenciales lo antes posible con programas
de recuperación de lo que han perdido, mientras los profesores reciben el apoyo
que necesitan para adaptarse a las nuevas normas de educación mixta (online y
presencial).
· Priorizar la vacunación de profesores a través de campañas nacionales de vacunación. Esta no debería ser, sin embargo, un requisito para la reapertura de escuelas. Hay que tomar medidas de seguridad adicionales.
· Proporcionar a los profesores lo que necesiten, incluyendo competencias digitales. Un profesor competente, cualificado y motivado es un elemento fundamental del sistema educativo.
· Los sistemas educativos deben llegar a ser más flexibles y enfocados en ayudar a los niños a adquirir habilidades relevantes, incluidas las que les ayudan a conseguir autonomía personal y bienestar, aprendizajes para toda la vida, adaptabilidad, empleabilidad y transición al trabajo, y participación activa en la ciudadanía.
· Aumentar los presupuestos nacionales para reformar los sistemas educativos.
· Impulsar alianzas con el
sector privado, incluyendo empresas de telecomunicaciones e Internet, para
ampliar el ancho de banda y la infraestructura de la red, y proporcionar
opciones asequibles para las familias, profesores y escuelas; se quiere así
reducir la brecha digital, también en las zonas pobres, rurales y remotas.